DE REGRESO A CASA - REFLEXIONES

 

  Todas las tardes paseaba por esa vereda que traía a mi mente tranquilidad, paz, era un descanso a la vista, en realidad era una elección por el regreso a casa luego de horas de trabajo, escogía ese camino tranquilo en vez de la vía mas corta pero llena de gente que estaban en un andar con premura, vehículos corneteando y vendedores ambulantes promoviendo sus mercancías, llegaba en 40 minutos a mi casa, pero prefería esta vereda donde tardaba hasta 1 hora caminando pero llegaba relajado, viendo las personas pasear sus perros, otros sentados en los bancos contemplando los jardines, otros acompañados de sus abuelos o sus nietos, era un atardecer placentero a los sentidos para llegar de buen humor a la casa, el cuerpo y la mente lo merecían y lo agradecían.


  El paisaje cambiaba radicalmente, en tan solo unas pocas cuadras, gracias a la magia de la naturaleza, los arquitectos y los paisajistas, esto es admirable, y es que en escasos metros suceden cosas tan maravillosas como desagradables que se debe también a la magia de lo divino, así podemos ver el robo de un bolso frente a la iglesia donde solo unos minutos antes te has encontrado con Dios, o como nace un niño en un hospital cerca de una sala donde acaba de morir una persona producto de accidente, estas y otras tantas controversiales cosas pasaban por mi mente mientras caminaba, pensando en todo y en nada, o sea, pensamientos etéreos que ocupan tu mente en un instante pero no dejan nada que analizar posterior a ese momento, cosas de Dios eran mis conclusiones inmediatas.

  En esos pasos calmados sin pausas, a ritmo cómodo, saludable para refrescar la piel y hacer circular la sangre por el cerebro, manteniendo la armonía entre el paisaje y los pensamientos, pasan los días haciendo observaciones y a veces cayendo en detalles particulares, de cosas que ves y no le das importancia, pero hay otras que pasan y llaman la atención, por decir un ejemplo, en una oportunidad ves un perrito haciendo sus necesidades y piensas “que lindo el perrito hace en la grama”, otro día ves otro perrito y piensas “ojalá el dueño recoja las heces bien para que no pase un niño jugando y se caiga justo donde el perrito hizo sus necesidades”, es lo mágico del momento, como cambia la perspectiva, el detalle,  dependiendo del día, el momento, lo vivido, y lo que te pase por tu mente en ese momento.

  De igual manera ocurren miles de cosas en la vida, y una vista que te parece divina en un primer momento puede disfrazar actividades maliciosas detrás de una fachada espectacular, así como pudieras ver una puerta de entrada muy modesta, incluso paupérrima, y es un espacio dedicado a un grupo ecologista, o una organización de ayuda humanitaria, que le dan prioridad al objetivo de sus funciones antes que a lo estético o decorado de sus amplios espacios, donde en unas exquisitas salas de diseño de  arquitectura con buen gusto pudieran estar ocurriendo las mayores estafas a un colectivo que han confiado sus bienes o ahorros, o es la perfecta guarida de delincuentes de cuello blanco.


 Es del saber popular el no juzgar un libro por la portada, o no definir una persona por su apariencia, y a esto es a lo que voy, es al ser o parecer, esta vereda que al principio describí puede contener diversidad de actos en diferentes personas, grupos o incluso animales que la visitan. Para algunos, como yo, puede ser el mejor ambiente para un regreso placentero a casa, para una pareja de amantes puede ser la mejor velada en un momento romántico, para un adicto puede ser el momento y lugar ideal para consumir sus alucinantes productos que lo llevan al éxtasis momentáneo, para un grupo de scouts pudiera ser el ambiente para organizar su próxima aventura, para una banda de rateros puede ser el escenario escogido para con alguna maquiavélica estrategia hacerse de artículos robados a incautos que pasan por la zona en determinado momento, pues es la naturaleza de los seres humanos, de variopintos individuos que en determinados momentos de su existencia harán lo que le dicte su conciencia, estará en él y en el día de su juicio final que la justicia divina dictaminará y discriminará entre el bien y el mal.

 

Autor: Elio E. Capitillo R.

Fecha: 07 agosto 2024

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