Mr. Douglas logra extraer el objeto y en sus manos, temblorosas por el esfuerzo todo el trabajo extracción y sosteniendo el pico que con mucha delicadeza estuvo usando para poder escarbar por los alrededores de lo que sería una especie de costal de cuero que lo utilizaban para proteger de la humedad o la tierra, al abrir este saco estaba una mantilla gruesa muy bien envuelta cubriendo lo que sería un cofre metálico de cobre reforzado con correas de cuero, por lo que a toda vista se quería proteger de la humedad, o al menos eso sería la intención porque la realidad era que había suficiente humedad, todo este conjunto era un pequeño bulto que guardaría en su interior algo nada voluminoso, pero Mr. Douglas no quería revisar ningún elemento en ese lugar, por lo que buscó ocultarlo entre sus herramientas y aperos de jardinería para trasladarlo hasta el depósito al lado de la casa de la servidumbre. Ya era tarde y la luz del sol perdía su resplandor, por lo que los trabajos debían concluir por ese día.
A la mañana siguiente desde muy temprano antes de salir el sol, la servidumbre se levanta, desayunan en la cocina de la casa de la servidumbre, para luego ir a atender sus obligaciones en el palacio. Se distribuyen las tareas, y se piden colaboración entre los miembros si alguno lo requiere, o si algún miembro está desocupado se ofrece como voluntario. Mr. Douglas estaba ansioso de ir al deposito de jardinería para dedicarle el tiempo necesario, lograr abrir el saco de nuevo y entrar en el detalle de lo hallado, pero también debía ir hasta el árbol para revisar con buena luz del día como se dejó el espacio debajo del árbol y volver a revisar si habría algún otro elemento de interés. Mr. Douglas al ir hasta el deposito de jardinería se va con él uno de sus ayudantes, y también se va un joven que era el hijo de la ama de llaves, éste tenía toda su vida trabajando en el palacio, su mamá fue a su vez hija de la que sería en su oportunidad la dama de compañía de la princesa. Este joven, haciendo caso a su mamá se fue sin solicitar autorización a Mr. Douglas, él solo acató la orden que le indicó su mamá que le decía que acompañara al jardinero y lo asistiera en su trabajo, por lo que Mr. Douglas tuvo que cambiar su planificación del día, dedicándole tiempo a las flores del jardín cercano al cuartel sur del palacio, dejando pendiente el árbol atendido por los técnicos arboricultores el día anterior.
Mr. Eduard llegó temprano en la mañana al palacio para revisar el avance de los trabajos y revisar las condiciones del árbol; se dirige al riachuelo y consigue que el terreno ha cedido debido a que el riachuelo creció por unas lluvias hacia las montañas, cuestión donde hay que revisar las condiciones de las raíces, llama a Mr. Douglas, y este encuentra el momento propicio para informar a Mr. Eduard del hallazgo. Se retira del jardín del cuartel sur, dejando al joven y sus otros asistentes atendiendo el jardín, y se va con Mr. Eduard hacia el deposito de jardinería para ubicar el saco que había guardado el día anterior, cuando abre el cajón se consiguen con la sorpresa que el saco está totalmente seco y muy bien amarrado con una cinta de cuero y un lazo perfectamente elaborado; Mr. Douglas ve con mucho asombro las actuales condiciones del paquete pero no hace ningún comentario, por lo que procede a abrir el saco de cuero deslizando el lazo, cuando abre el saco logra sacar la mantilla seca por completo e impecable de color crema, por lo que logra desempacar con sumo cuidado desplegando sus dobleces, logrando ver unas letras bordadas en su superficie “M de G”. Al descubrir el cofre, las superficies de cobre brillaban, y el cuero estaba en perfecto estado junto a sus broches y hebillas relucientes.
Mr.
Eduard felicitó a Mr. Douglas por tan impecable trabajo de restauración durante
la noche, pero Mr. Douglas no dudó en aclarar de inmediato que él no había
efectuado ningún trabajo de restauración, porque cuando él guardo ese saco todo
el paquete está muy húmedo. Al escuchar la aclaratoria Mr. Eduard le dijo a Mr.
Douglas que debían averiguar bien que estaba pasando, pero que no le comunicara
absolutamente nada a nadie, y que debían de sacar ese paquete de palacio para
evitar problemas y contratiempo con la guardia de palacio, pero que era muy
importante entender porque estaba ese cofre enterrado, que contenía y de que
tiempo databa su contenido.
La
orden resultó en un plan inmediato y se propusieron lograr evadir los controles
de la guardia de palacio, coincidiendo con la visita de los expertos en arboricultura
donde ellos ya habían pasado los puntos de seguridad cuando estaban trayendo
los resultados de los estudios del árbol. Mr. Eduard se reunió con ellos,
mientras que Mr. Douglas alcanzaba a ubicar ciertos paquetes en sus pertenencias,
entre esos el mencionado saco. Cuando están de vuelta ya en salida del palacio,
Mr. Douglas les solicita el favor de acercarlo al pueblo para buscar
implementos que necesitaban para los trabajos en el jardín, logrando la salida
sin mayores controles de la guardia.
Mr. Eduard
se queda en palacio, en el depósito de jardinería y hace una reunión de
coordinación con el resto del personal de jardinería y al terminar, se va al
pueblo a encontrarse con Mr. Douglas que lo esperaba en su casa donde podrían
revisar con tranquilidad y detalle el cofre. Cuando Mr. Eduard entra a su casa consigue
a su amigo sumamente preocupado y ansioso, sintiendo que le está fallando a la
confianza de los miembros de la realeza que tanto han hecho por ellos y sus
familias, a lo que Mr. Eduard intenta tranquilizarlo ya que lo que están por
descubrir es algo realmente importante, no puede haber algo insignificante en
un cofre tan delicado y finamente elaborado, éste debía contener información o algún
objeto de importancia para la historia de la realeza o del palacio, que había
sido algo de mucha connotación para sus antecesores, por lo que Mr. Douglas logra equilibrarse anímicamente, entrando
nuevamente en sus fueros para tomar determinación y continuar al siguiente
paso.
Mr. Douglas
debía regresar al palacio para seguir con su plan de trabajo que estaría
controlado por el mayordomo en ausencia de Mr. Eduard, por lo que debía de
apurar sus planes y acciones, pero ambos querían adelantar la información del
contenido del paquete, y luego dejarlo muy bien resguardado para evitar alguna
fuga de información con personas ajenas con indiscretas intenciones o simples
curiosos que fueran a ver y revisar el contenido del saco.
Ambos se
arman de valor y llevan el saco sobre la mesa del comedor de la casa de Mr.
Douglas, sacan el cofre cubierto de la mantilla, y despliegan con sumo cuidado
la cobertura que se encontraba impecable, como nueva, toman el cofre con delicadeza
y lo colocan en la mesa, poniendo todo a un lado, pero con estricto orden y
control de lo tocado, y comienzan a intentar abrir las hebillas de la correa de
cuero, cuando de pronto tocan la puerta de la casa, Mr. Douglas y Mr. Eduard se
ven las caras, preguntándose si esperaban visita, dando respuesta que todo es
totalmente inesperado. Mr. Douglas toma el cofre, lo envuelve rápidamente en la
mantilla, lo mete en el saco y lo esconde en la chimenea. Inmediatamente va a la puerta, se asoma a la
mirilla y logra identificar a uno de los miembros de seguridad del palacio.
El
guardia de seguridad estaba acompañando a uno de los técnicos arboricultores
que fueron al palacio a ubicar a Mr. Eduard, y estando de vuelta en el pueblo
le informaron que habían visto el vehículo de Mr. Eduard frente a la casa de
Mr. Douglas. Los guardias dejaron al técnico con Mr. Eduard y siguieron camino
al palacio. En ese momento cambiaron nuevamente los planes de ambos, por lo que
tuvieron que irse de inmediato, sin ni siquiera hacer pasar al técnico, dejando
la investigación pendiente.
Al siguiente
día, en casa de la servidumbre bien temprano durante el desayuno, el joven hijo
de la ama de llaves estaba muy animado de seguir en sus labores de jardinería,
le gustó estar todo el día en el jardín, al aire libre y sol, cuidar las
plantas, ver como cuidando sus flores ellas responden con belleza y sus tallos
con fortaleza, le estaba tomando cariño al oficio y al aprendizaje que le venía
inculcando Mr. Douglas y sus asistentes en las áreas de los jardines. El joven
quedó pendiente del grupo de jardineros, y se fue hasta el deposito de
jardinería para agruparse con ellos, pero cuando iba llegando escucha a los
asistentes conversando de cómo está el almacén, iluminado, ordenado, limpio,
ellos creían que Mr. Douglas había estado trabajando durante la noche para haber
dejado el almacén en esas condiciones, todo limpio y recogido.
En eso
entra Mr. Douglas al depósito, y el asistente principal le dice justo al verlo que,
si estaba esperando visita del mayordomo o de la guardia del palacio, por lo
que Mr. Douglas asume una aptitud ansiosa, de nervios y de preocupación, preguntando por
que deberían esperar la visita ahí de la guardia del palacio en el depósito, si
la guardia estaría buscando algo en especial, fueron estas y otras interrogantes que pasaron
como retahíla de su mente a su boca, lo que llamó la atención de su asistente, que sólo alcanzó a responderle que le gustaba como estaba de limpio, ordenado e iluminado
el depósito, precisando que ellos cuando se fueron el día anterior no lo habían
dejado así.
Mr.
Douglas recapitula ante la información que le da su asistente, por lo que
reacciona buscando nuevamente centrarse frente a la mirada atónita de su grupo
de trabajadores, y trata de reponerse de la angustia generada, haciendo gestos
de restarle importancia a las condiciones del depósito, pero sin dar explicaciones.
Los muchachos se retiran del depósito con sus aperos y herramientas de trabajo,
y Mr. Douglas se queda en el depósito tratando de buscar una explicación o una
señal que descifre lo que está ocurriendo en los espacios del depósito de
jardinería del palacio, pero a su vez comienza a aumentar la ansiedad de tener
la información del hallazgo.
Se distribuyen los grupos de trabajo en las secciones de los jardines, y dos de los muchachos se van con la cortadora de césped hacia la caballeriza cerca del riachuelo; comienzan en su labor ubicando sus herramientas en la caballeriza, y desplazando la tracto-cortadora hacia las cercanías del riachuelo, justo cerca de donde estaba el árbol intervenido, de pronto uno de los jardineros levanta la mirada asombrado y maravillado con lo que están viendo sus ojos, el árbol le estaban comenzando a salir capullos de flores que no habían visto en todo el tiempo que tenían trabajando en palacio, y logran detallar que el césped a su alrededor está embellecido, fortalecido y reverdecido, a su vez se logran detallar unas pequeñas florecillas amarillas y rojas alrededor, haciendo una imagen sumamente bella en el conjunto. Al terminar los trabajos en la tarde el asistente hace llamar a Mr. Douglas para mostrarle las tareas concluidas, y lo llevan también hacia el riachuelo comentándole lo bien que le hizo el tratamiento aplicado al árbol, tanto que hasta se ha beneficiado el césped cercano al árbol; Mr. Douglas se queda cavilando por lo que observa en todo el entorno, y lo que logra responder es que al día siguiente es que los expertos traerían el tratamiento de insecticidas y vitaminas que le aplicarían, que todavía no se la había efectuado ningún tratamiento.
Se van agrupando los eventos, indescifrables hasta los momentos, en torno al hallazgo del costal de cuero debajo del árbol, y su transcurrir luego de ser rescatado donde se ubicaba cercano al riachuelo
…CONTINUARÁ
Autor: Elio E.
Capitillo R.
Fecha: 27 May 2024
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